Llevábamos meses hablando con Laciter, un gran amigo y amante, de la posibilidad de convertir en realidad una de sus fantasías: un trío con dos mujeres. Aunque él quería que fueran dos mujeres especiales para él. No quería tener un trío con ninguna mujer desconocida, sino disfrutarlo con mujeres que realmente considerara importantes en su vida.
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DISFRUTANDO DE SER CÓMPLICE DEL JUEGO DE UNA GRAN PAREJA
Hace unos días me contactó el marido de una amiga (vamos a llamarlo S), porque él quería brindarle una experiencia morbosa como regalo a su mujer (la llamaré A).
En primer lugar, me encanta saber que hay parejas que se quieren y se desean tanto, que, después de más de una década juntos, siguen buscando cómo sorprenderse mutuamente con "regalos" especiales llenos de imaginación y sensualidad. En segundo lugar, me siento tremendamente halagada y honrada de que piensen en mí para formar parte de sus fantasías. Y, por último, me encanta colaborar a hacer feliz a la buena gente que aprecio y más aún si supone un excitante juego donde yo también disfrutaré especialmente. Así que, fui todo oídos para la propuesta de S.
¿En qué consistía el elaborado plan de S? Él llevaba ya meses enviando correos electrónicos a su mujer en nombre de una "admiradora" anónima (llamémosla D). D le explicaba en esos correos cómo conoció un día a A en su trabajo y se quedó prendada de ella, aunque nunca más volvió a verla, pero que no podía quitarse de su cabeza su cara y su cuerpo. D insistía en que conocer a A le había despertado la curiosidad por tener una experiencia sexual con una mujer, que su sensualidad la había cautivado. Y, finalmente, tras tanto tiempo de intercambio de correos, se planteó la posibilidad de "conocerse" en persona y dejarse llevar por lo que el cuerpo y la mente pidieran. Allí ya entré yo en escena, preparando la cita, el lugar, la hora...y proponiéndole a A el encuentro.
¿Y cómo fue el gran día del esperado encuentro? Conociendo a A y siendo parte de su círculo de amistades, fue muy divertido vivir cómo ella se mostraba nerviosísima en todo lo que se refería a la "cita" con la "desconocida". En un grupo de whatsapp común llegó a comentar todo su nivel de excitación y de inseguridad con respecto al encuentro. Incluso estuvo a punto de no ir a la cita. Suerte que S, nuestro gran inventor de juegos, se encargó de que ella estuviera en el lugar concretado a la hora que tocaba. Y todo este juego me divertía tanto y me provocaba tanto morbo que yo también estuve desprendiendo energía y sensualidad durante todo el día.
Llegó el momento. Ella estaba en el fondo del bar donde le había pedido que estuviera. Un rincón desde el que ella no podría ver quién entraba hasta que tuviera a la persona delante. Y allí aparecí...En cuanto me reconoció, se echó a reír con ojos traviesos, esos ojos de gata que tiene A. Y no dudó en abrazarme y besarme. Estuvimos un ratito poniendo nervioso al personal del bar, entre besos y toqueteos y, finalmente, le propuse que me acompañara a mis "aposentos".
Una vez en mi casa, se desató todo el fuego que no habíamos tenido todavía nunca la oportunidad de vivir las 2 juntas a solas. Reconocimos con detalle y mutuamente cada rincón de nuestros cuerpos. Y también jugamos con un amplio surtido de complementos eróticos. Tras un par de horas de fogosa sexualidad, sabiendo que S, siempre tan atento, estaría cerca, esperando para recoger a A donde ella le indicara, decidimos hacerle un regalo, ya que él había sido tan inmensamente generoso con nosotras. Así pues, lo invitamos a disfrutar de un trío con nosotras, en el que él gustosamente se entregó a todos los placeres que le ofrecimos. Éramos tres cuerpos no sólo gozando del sexo juntos, sino también de la complicidad que se había creado al convertir una fantasía en realidad. Una hora después, A y S salían felices de mi casa, y yo mantuve la sonrisa tonta hasta caer dormida del relax que sentía mi cuerpo después de tantas sensaciones y orgasmos.
Felicidades a A y S por esa fantástica relación libre que tenéis y que favorece y fortalece vuestra unión como pareja. Y gracias por permitirme participar y disfrutar un rato de esa bonita relación vuestra. Ya estoy deseando que llegue el próximo desafío juntos...
PD: Besos enormes de la muñequita a su gatita.quí comienza tu texto.
Aquí os dejo el relato que la Gatita de Sweet Kisses hizo a un grupo de amigas sobre su experiencia, que yo describí en el último post.
Hace unos días me contactó el marido de una amiga (vamos a llamarlo Sandro), porque él quería brindarle una experiencia morbosa como regalo a su mujer (la llamaré Ana).
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